Fin de ciclo
Finalmente! volver a escribir después de meses intentándolo o más bien, pretendiendo intentarlo
Y uf, un tiempo que ha tenido de todo y como que hace rato que necesito este hito para dar cierre a un ciclo que no solo tiene que ver con el proyecto pero se relaciona íntimamente y que si bien, fue muy bakan también ya es momento de dejar de revisar lo logrado y mirar pa’delante para proyectar, soñar y dejar fluir todo lo nuevo que siento que creció en mi.
Una de las cosas para las que más me sirvió este proyecto, tiene que ver con lo que hace rato sentía que tenía que hacer: replantearme lo que quiero y cómo quiero seguir haciendo con Fuga.
Ya unos meses antes de empezar el proyecto, había logrado meter en mi rutina días de estudio y de profundizar la reflexión en torno a mi quehacer para lograr definir un camino que aúne todo y desde ahí seguir transitando más en paz y enfocada.
Y bueno, no logré seguir con esa rutina mientras estuve en el proyecto porque además… pandemia y toda la locura lo que eso significó. Pero si me fue posible ver claramente de donde vienen a mi cabeza un montón de cosas, cómo confluyen en mi, cómo me conmueve y cómo me vinculo emocionalmente con lo que hago.
Luego de haber ejecutado el proyecto y con un 2021 en que me dediqué un poco a ser, como una vez me dijo un terapeuta, una esponja y absorber todo lo que me pareció interesante (cursos de historia de la joya, estética cotidiana, patrimonio inmaterial, residencia de creación de objeto, workshop de materia y forma, y todo la literatura asociada que se vino con estas cosas), ahora llegó el tiempo de decantar todo aprendido/vivido 2020-2021 y tomar decisiones.
Por primera vez en 10 años de pega con Fuga, y después de casi 2mil piezas ( si, son caleta!), pienso que tengo clara la identidad del proyecto… de qué se trata esto, qué es lo que espero, qué es lo que hay detrás de cada una de las series y piezas. Ya no se trata de solo ejecutar estos impulsos creativos., ahora toca dirigir mi energía hacia ese lugar donde vi que concluye todo.
Este inicio de año coincidió con un nuevo espíritu: tomarme las cosas con calma y terminar con eso del multitasking que siempre me termina dispersando. Entonces, este mes me he dedicado a afinar pequeños e infinitos detalles de la web, ya tengo la tienda funcionando con todo, como muuuuchas veces antes traté. Febrero lo quiero dedicarlo a trazar/esbozar este nuevo camino, retomar el estudio… aún que nunca o deje completamente y volver al mesón porque pucha que lo extraño.
Quiero enfocarme mientras transito con calma por un camino más despejado en el que no hay metas que alcanzar y que me distraigan del viaje y su paisaje.
Voy a aprovechar de dejar EN ESTE LINK dos cosas importantes que de lo que fue el proyecto trizas.
1, las piezas! me costo meses subirlas terminadas a IG, entre por pudor y porque no me dí cuenta de como se paso el tiempo… igual un poco porque me he ido desvinculado un poco de esa app.
2, una cosa hasta media mágica que pasó. Un día me contactaron para hacerme un microdocumental del proyecto. El ministerio tiene una instancia de difusión de proyectos financiados con Fondart (Plan F) y la productora a cargo de esto, eligió el mio No vi nada, absolutamente nada hasta que estuvo listo, fue el medio ejercicio de soltar el control. El día del estreno, estaba en un lugar sin señal casi, me lo mandó un amigo y no lo pude ver por varias horas hasta que me moví al centro de Valdivia. Lo vi en el celular, con compañero, cada uno con un audifono. Fue muy raro, también emocionante. Se lo compartí a mi familia con mucho pudor. Cuando volvimos a casa lo volvimos a ver, pudor otra vez. Mi familia solo comento cosas bellas, la familia de mi compañero también.
Me costó tanto tanto asimilarlo. Días después decidí verlo sola y por partes, una sin audio y otra solo sin mirarlo y recién ahí logré procesarlo.
Pero fue bello, es bello. Así que, aún con muuucha vergüenza (es tan personal ) lo compartí en IG luego de darme cuenta que dedicarse a la artesanía aveces es también un testimonio de vida y es bueno salir a la luz.
Lo postié y cerré la app. No volví a abrirla en varias horas y cuando lo hice, fue lindo, solo recibí amor.
Creo que fue el broche de oro de una época extraña pero que tuvo la suerte de estar llena de una intimidad muy rica que quizás nunca hubiese podido generar de otra forma.
Aún no comparto las fotos de las piezas derivadas del collar Corazón, pero bueno, ya llegará su momento.